sábado, 12 de abril de 2008

Identidades en el imaginario colectivo

Durante la primer parte del ciclo académico se ha instaurado un significado completo sobre la identidad del ser humano y cómo se puede construir ésta. Este tema fue cerrado mediante la ponencia del Profesor Mario Mata, docente de la Universidad Tecnológica UTEC.

Los mayores ejemplos sobre la creación de identidades están a cargo de las grandes empresas. Aquellas mentes brillantes (el ejemplo que debemos de seguir los comunicadores) que reflejan, en los individuos comunes de la sociedad, las metas y aspiraciones que cada persona necesita o debe observar de sí mismos.

Es común encontrar grandes personalidades detrás de un producto. Los creadores publicitarios deciden quién será aquella persona representativa que cumpla con los estándares necesarios. Un Ronaldinho que practique y ame el fútbol, un Michael Jordan que viva para el basketball o un Rafael Nadal que domine el tenis.

Estas tres grandes figuras del deporte están adscritas hacia cierta marca reconocida para crear, en la mente de los consumidores, una serie de símbolos que implantan identidades. De esta forma, si el personaje utilizado es audaz, brillante y con cualidades extraordinarias, los consumidores se apropian de éstas para sentirse parte de un grupo y crear con estas las comunidades simbólicas.

En fin, la globalización ha traído una gran cantidad de identidades en las que las personas, de distinto tipo, se apropian de estos símbolos para formar parte de una comunidad o grupo específico. Así como dice el profesor Mata: "Lo peligroso de esto es perder o transformar la identidad que cada cultura posee, así como fue hecho e impuesto por los colonizadores hacia nuestros antepasados".

1 comentario:

Roxana Martel dijo...

David: comprendo el entusiasmo que provoca ver cómo desde la publicidad se generan una serie de elementos de identificación. El despliegue de creatividad y la relación entre "referentes" y estilo de vida es de las más explotadas, pero de eso estamos hablando cuando hablamos de identidades en comunidades que trasciendan el consumo? Qué queda de un par de zapatos o un tipo de ropa que nos hace "experimentar" ciertos vínculos con los artículos, pero realmente no genera vínculos sociales? Hasta dónde el mercado puede generar esos vínculos sociales? Podemos ser más allá que consumidores? Esas son algunas preguntas que nos pueden serir para problematizar el "poder de las marcas", poder que Naomi Klein en su libro "No Logo" busca desmontar. Te invito a leerlo.

Roxana